Firmas especializadas administran las responsabilidades
laborales y proponen soluciones diarias.
Dejar de ir a cine, de frecuentar a los amigos e incluso a
los seres queridos más cercanos son algunas de las consecuencias de no saber
conciliar el trabajo con la vida personal.
El tema volvió a ponerse sobre la mesa tras la reciente
renuncia del presidente de Bancolombia, Carlos Raúl Yepes, quien reconoció las
dificultades luego de que su hija le escribiera una carta pidiéndole más
tiempo. “Tu familia te necesita por encima de todo y de todos...”, dice un
aparte de la sentida misiva.
Mariana Leal, directora de recursos humanos de la firma de
cazatalentos Michael Page, explica que un alto ejecutivo debe saber organizar
el tiempo para cubrir las responsabilidades.
“Esto significa diferenciar lo urgente de lo importante, lo
no urgente y lo no importante y priorizar, y entender que las responsabilidades
son grandes y con un impacto alto, pero hay que aprender a establecer límites
en el trabajo para no perturbar el equilibrio”.
Al consultarle si debe existir espacio o delimitación de
las horas de trabajo, Leal asegura que laborar por horas está cambiando; ahora,
se hace por resultados y esto obliga al ejecutivo a programarse y organizarse.
Hay
salidas
La situación ha motivado la creación de organizaciones
dedicadas a tratar de conciliar la vida laboral, personal y familiar. Una de
ellas, la firma Inspyra, dio origen a la Comunidad F, que invita a los
empresarios a fortalecer las estrategias para que la felicidad se respire en
las organizaciones de forma genuina.
El primer paso es conectar a quienes toman las decisiones y
después compartir buenas prácticas sobre bienestar y felicidad.
También citan un estudio de Harvard, donde se señala que
cualquier inversión en los colaboradores está directamente relacionada con
aumento en ventas y productividad, disminución de la rotación laboral e
incremento de la satisfacción de las personas frente al trabajo, la profesión y
el propósito de vida.
Las dinámicas adelantadas también han llevado a los
directivos a preguntarse como líderes, ¿cuál es el sueño de ellos como
organización?, ¿cuáles son los de las personas con las que trabajan para
compartirlos?
Ante esto, un directivo consultado asegura que “no bastan
las campañas de comunicaciones internas sobre el positivismo y el éxito, sino
que es necesario experimentarlo en las acciones de los equipos de trabajo”.
En aras de encontrar más salidas, compañías como Albenture
Colombia tienen un portafolio de unos 300 servicios que prestan a las empresas
para cubrir a sus trabajadores y familias. La idea, según su gerente comercial,
Sergio Molina, es que puedan conciliar la vida personal y laboral.
Se trata de diligencias; asesoría legal, financiera,
tributaria y médica. Incluso, asuntos como llevar los niños al colegio o los
padres al médico, cuando necesitan de una tercera persona.
“El foco del ejecutivo debe ser el negocio, y al despojarlo
de gestiones personales rinde más y le queda tiempo para la familia”, anota
Molina, quien agrega que a pesar de las exigencias tan grandes “es una cualidad
saber delegar y distinguir el tiempo del trabajo y el de la familia”.
Un
líder debe ceder poder y delegar
Samuel Azout, quien dejó la presidencia de Carulla Vivero
en el 2006, cuando esta fue adquirida por el Grupo Éxito, dice que aunque no
fue por motivos familiares “se deben limitar los dos roles”. No obstante,
reconoce que para un alto ejecutivo no es fácil lograr el balance de vida
personal, familiar y profesional. “Las exigencias son altas, como los
compromisos con los grupos de interés. Las horas de trabajo suelen ser muchas
más de 48 semanales. Se presentan temporadas largas de 100 horas semanales de riguroso
trabajo mental”, explica. Por ello, Azout aconseja que el ejecutivo limite sus
horas de trabajo con disciplina. “Es decir, bloquear fines de semana y ciertas
horas del día para dedicarlas a la familia. Esto es lo que más le ha funcionado
a ejecutivos que conozco. Para esto, es necesario aprender a delegar
responsabilidades”, asegura. Y sostiene que no es cierto que para tener más
éxito profesional es indispensable trabajar más horas. “El éxito profesional
tiene que ver más con la calidad y capacidad de tu equipo de trabajo”.
Fuente: Periódico el tiempo.